No todas las variedades de hortalizas se desarrollan bien en todas las zonas. Consulte en el vivero o en la oficina de extensión locales cuáles son las mejores variedades para la zona donde usted vive. Pueden existir variedades que resisten enfermedades específicas para su área, o que producen mejores cultivos dentro de las condiciones climáticas de su área.
En los paquetes de semillas generalmente se indica la época apropiada para plantar. En algunas áreas, los períodos de plantación son muy restringidos y debe hacerlo en el momento preciso para obtener una cosecha abundante. En otras áreas, se puede plantar muchas veces a lo largo del verano y se puede mantener una temporada de cosecha más prolongada. El vivero o la oficina de extensión cooperativa locales son la mejor fuente de información para conocer las fechas locales
Utilice cantidades generosas de materia orgánica como por ejemplo abono orgánico o fertilizante orgánico. Si no usa un fertilizante orgánico, que ya contiene nitrógeno, utilice también un fertilizante completo
Siembre las semillas a la profundidad y en el espacio apropiados siguiendo las indicaciones de los envases de semillas. Las hortalizas que se planten muy cerca unas de otras no darán una buena producción. Si realiza transplantes, evite plantarlos muy profundamente porque los tallos se pueden alterar y decomponer; utilice el desplantador para cavar un hoyo lo suficientemente profundo como para que la parte superior del cepellón esté al mismo nivel que la superficie del suelo.
Mantenga constante la humedad del suelo para que las plantas no se sequen, pero no riegue en exceso. Riegue de manera profunda y luego deje que la tierra se seque parcialmente antes de volver a regar. El riego irregular reducirá la producción en la mayoría de las hortalizas y hará que otras, como los pepinos y la lechuga, tengan un sabor amargo. La instalación de un sistema de irrigación por goteo conectado a un temporizador automático es la mejor opción.
Mantener un crecimiento vigoroso es muy importante para casi todas las hortalizas. La mayoría se debería fertilizar con un fertilizante con nitrógeno como mínimo cada 4 o 6 semanas. Sin embargo, tenga cuidado de no fertilizar en exceso, esto puede provocar que algunas hortalizas, en especial los tomates, tengan menor producción.
Una capa de 2 a 3 pulgadas de materia orgánica aplicada sobre las raíces de las plantas de hortalizas enfriará el suelo, reducirá las malezas, y ayudará a prevenir las fluctuaciones de humedad de la tierra que arruinan la calidad.
Las malezas compiten con las hortalizas por el agua, los nutrientes y la luz solar y, en consecuencia, reducen la producción. Saque las malezas con la mano y cultive la tierra con frecuencia para minimizarlas.
Muchas hortalizas, en especial las alubias, las calabazas los pimientos y los pepinos, dejan de producir si no se las cultiva con frecuencia. Coseche con frecuencia. Si no puede consumir todo lo que recoge, comparta con amigos y vecinos.
Muchos insectos disfrutan de las hortalizas frescas tanto como usted. Esté atento al daño que producen los insectos y proteja sus plantas con una solución cuya etiqueta indique que puede ser usada en hortalizas.